La verdad... prefiero no escribir sobre ésto. Me enfurece tanto que prefiero no tratarlo. Eso sí, invito a la autocrítica: en este país, y solo en éste, puede pasar una cosa así... es lo bonito de elaborar la Carta Magna en un periodo de inestabilidad política y agitación social.
Pongo esta entrada más que nada para que comenteis vosotros, puesto que el artículo se lo he reservado a un futuro redactor que se incorpora la próxima semana.
Ah... y que viva el GAL.

jueves, 8 de febrero de 2007
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