La verdad es que últimamente no veo mucho cine... solo si alquilan algo en mi casa o si echan alguna buena por la tele. Ayer, por ejemplo, echaron en TeleEspe una que no estaba mal: Hostage, con Bruce Willis en plan estelar para variar. Hombre... la película tenía fallos para parar un tren... pero qué coño, me lo pase bien viéndola. Trata sobre... qué más da... Bruce Willis y queda todo dicho. Además, parece que no ha sido pan de un solo día la cosa, pues piensan emitir próximamente El Día de Mañana, esa de la glaciación instantánea que viene muy al caso ahora que está tan de moda el tema del cambio climático. Vamos, que por lo visto en Tele Madrid se han propuesto echar pelis entretenidas entre falacia y falacia... me parece bien, oye, ya que el fútbol se lo ha robado MediaPro, pues a invertir en cine se ha dicho.
Me estoy yendo por las ramas, pues no me he puesto a escribir para hablar de películas mediocres. Ahora sí, voy a dar mis verdaderas recomendaciones:
- El velo pintado (The painted veil): ideal para ver en compañía femenina.
No, ya en serio, es una de esas películas que dignifican al cine en medio de la crisis de guionistas que vive Hollywood. Y, como sospechaba, se trata de la adaptación de una novela, una de W. Somerset Maugham de 1925. La acabo de ver y de hecho es la razón de ser de este post, pero no quiero ofrecer ningún detalle sobre de qué va para evitar que sea prejuzgada. Aunque bueno, de eso ya se encarga la carátula del DVD. El problema es que al verla (la carátula me refiero), uno no puede evitar pensar que es un pastelazo de esos no apto para machos ibéricos, pero precisamente el crearse tan pobres espectativas es lo que hace a uno quedarse tan satisfecho tras verla. Bueno, perdonadme, aún no he dicho que los protagonistas son Edward Norton, que va a acabar por convertirse en mi actor favorito, y Naomi Watts, a la que he visto por primera vez (lo dije, últimamente no veo mucho cine), llevándome una grata sorpresa y no por lo buena que está, que también.
- Diamante de Sangre (Blood Diamond):
sobre esta no creo que haga falta que diga mucho puesto que seguramente sea el último mono que la ha visto, pero bueno, al menos reconoceré que cada vez que veo una de Leonardo Di Caprio me voy olvidando más de aquella imagen de niño bonito que tengo de él por culpa de Titanic para descubrir a un actor de verdadera categoría. Y en cualquier caso, el que no la haya visto... pues ya sabe, que la alquile, se la baje o si no sabe que comprar por Navidad, ya tiene una idea. ¡Ah! y no solo Di Caprio se luce en ella, pero seguro que muchos ya escribieron parrafadas en su día al respecto, así que me voy a la cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario